Aquí les reproduzco la introducción de uno de sus artículos:
Y LA TIERRA SONRIÓ
Cuando yo era niño, la Navidad era, ante todo, el Belén o "Nacimiento": la representación franciscana del misterio, con la cueva y el ángel, la estrella y los pastores de la estepa y los magos de oriente, llegando de lejos. En el centro de la cueva, con los animales, yacía sobre un pesebre el Niño Dios, rodeado de María y de José: todo el mundo en torno al niño que nace, la naturaleza entera en oración. La Navidad vincula a los hombres y mujeres, y de un modo especial a los niños, con la vida de la naturaleza, con él árbol y la fuente, con la estrella y la familia, en las raíces de la tierra, es decir, de la creación, el misterio de Dios que se expresa en la naturaleza.
Continuar leyendo... Y la Tierra sonrió...
No hay comentarios:
Publicar un comentario